jueves, 8 de septiembre de 2016

A propósito de la pregunta a resolver por la ciudadanía colombiana.

Jaime Alberto Leal Afanador, Ed.D
Rector UNAD

La pregunta central sobre el plebiscito en Colombia “¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?", resulta apropiada para comprender y analizar lo que nos jugamos en este momento de coyuntura histórica, porque somos hoy quienes hacemos parte del presente de Colombia los que debemos reflexionar de manera profunda y objetiva sobre nuestra realidad y obtener criterios que soportados en argumentos válidos y no en meras opiniones, sepamos discernir lo mejor para nuestro país en los próximos cincuenta años.

Uno de nuestros principales obstáculos como nación es que no ha existido una suficiente masa crítica pensante en nuestra sociedad, explicada entre otras por la inevitable exclusión educativa a que han sido sometidas por décadas múltiples generaciones de conciudadanos, lo que nos ha declarado una actitud conformista con el dejar hacer y el dejar pasar, lo que determina nuestra eterna indiferencia social y por supuesto la ausencia mayoritaria en nuestra población, para declarar argumentativamente su inconformidad por la recurrente ausencia del Estado.

Para plantear acuerdo o desacuerdo con la pregunta del plebiscito, hace falta tener criterios sustentados en el “bien común” y desde allí coherentemente, creer y crear las condiciones para hacer resurgir ese mismo “bien común” de tal manera que seán los jóvenes y los niños de hoy y del futuro los que aborden en su madurez la consolidación de Colombia, como un proyecto de nación equitativa, justa y solidaria, como ruta trazada desde el escenario histórico del posconflicto colombiano, para hacer de la paz “letra viva”, en todo el contexto nacional.

Hoy nuestro Estado y la sociedad civil colombiana, requieren de un profundo pero a la vez pragmático redireccionamiento con la participación de todos nosotros, no solo de los políticos y del gobierno y sus opositores sino de todos, donde seamos capaces de identificarnos con el otro y construir una cultura basada en la solidaridad, el respeto y especialmente la confianza como valores supremos de nuestro actuar.

Estamos frente a la presencia de una gran oportunidad que nos invita a reelaborarnos como sociedad a partir de un cambio que desarraigue nuestra pasividad y nuestro silencio cómplice presente en un alto porcentaje de los individuos que integramos el tejido social colombiano.

Es claro para todos que la violencia no resuelve nada, lo que resuelve es la argumentación serena y para ello debemos estar dispuestos y preparados a dar nuestros mejores argumentos desde la validez de nuestros conocimientos, pero por sobre todo estar dispuestos a escuchar a los otros con sus propios argumentos contrarios  o cercanos a los propios.

Esta sería la mejor manera de evitar opiniones que afloran solo desde el dogmatismo o desde el fundamentalismo, por eso hoy Colombia debe hacer un llamado a la ética y a la moral de sus líderes y gobernantes que con disimulada soberbia van lanza en ristre contra la dignidad y el prestigio de quienes no piensan igual.

Estas no son buenas señales para los pobladores de la Colombia lejana y sufrida legada por el conflicto, esa otra Colombia está hoy temerosa y tal vez desmoralizada, porque aunque vislumbra esperanza, escucha a varios de nuestros personajes públicos difundiendo palabras poco serenas que aunque invitan a la paz y a la reconciliación, con sus actitudes y hechos demuestran todo lo contrario.

Allí es donde surge la ética que reclamamos. No deben y no pueden éstos líderes de la Colombia de hoy ser incoherentes al hablar una cosa y hacer otra; como hablar de paz, convivencia y solidaridad atacándonos unos a otros, sembrando desconfianzas periódicas; por qué no, proponernos en este desafío integral crear confianza sobre el desarrollo entre iguales para aportar al posconflicto, por qué algunos ya se sienten dueños de ese bien que a todos  pertenece;  por qué no más bien, cobijarlo desde la ética del discurso y no seguir afianzando al egoísmo que como bien lo describía Hamilton en su teoría del altruismo genético, se propugna generalmente por defender exclusivamente a los propios, a los que piensan y actúan igual, y para los demás solo hay una buena dosis de maquillaje y cosmetología mediática.

Hoy tenemos la obligación desde todos los ámbitos de empoderar a todos los ciudadanos de Colombia para que comprendan que en una Colombia en paz podrán desarrollar sus planes de vida y que para ello entre todos, debemos construir las condiciones para que cada colombiano y colombiana en un futuro ojalá, no lejano, se sueñe y se sienta cada quien con la esperanza de un mejor futuro.

Hoy es prudente reconocer que la mayoría de los colombianos y colombianas somos gente buena, que nos proponemos superar la postura catastrófica de leer el presente como tragedia y que ya es hora de reconocer que en este país son millones los que intentan día a día hacer bien las cosas, así no lo reconozcan los titulares de algunos de los grandes medios de comunicación, acostumbrados por rating y pauta, a vendernos las paginas rojas y amarillistas de nuestro acontecer nacional como si esa fuera nuestra única realidad.

Hoy teneños un sueño colectivo, construir la paz como reto de todos en la vida cotidiana, lo que implica reflexionar sobre qué valores y cuáles estamos dispuestos a enfrentar para hacerlos realidad. Debemos resolver los problemas estructurales del hambre y la miseria; pero también los de trabajo digno, los de la justicia y la salud efectivas para que ellas se difundan y apliquen para todos desde la inteligencia y los desarrollos de la tecnología; los problemas derivados de un sistema de educación excluyente y de baja calidad para que éste sea incluyente, equitativo, pertinente y de calidad; los del modelo económico desigual para que este sea equitativo obligándose a distribuir la riqueza y no la pobreza.

Se trata ahora de intensificar el sentido de lo público como proceso de construcción de nación y de ejercicio de la política deliberativa y de la democracia participativa, como servicio público, como bien público, como presencia pública, desde el ser, el quehacer y prioritariamente desde el sentir de nuestra sociedad colombiana.


Por ello más allá de la respuesta del SI o del NO al plebiscito del próximo 2 de octubre, debemos resolver la hipótesis: y es si ustedes y nosotros, es decir todos los ciudadanos de este país seremos capaces de transformar un Estado que por lo general no ha estado para satisfacer las prioridades básicas del bienestar colectivo de los colombianos y colombianas sin ningún tipo de distingos.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Carta Rectoral - Mayo 2014

Mayo de 2014


Apreciados miembros de la Comunidad Unadista


La presente comunicación pretende generar su reflexión entorno a lo planteado por el Ministerio de Educación Nacional el pasado 5 de Mayo, sobre la formación de profesores en Colombia.

La formación como profesores o docentes, es uno de los factores que convergen en la calidad de la educación que reciben los colombianos en los diferentes niveles del sistema educativo formal, desde el nivel preescolar, hasta el nivel universitario de grado y posgrado. Este tema se extiende también a la educación para el trabajo y el desarrollo humano.

Recientemente, el Ministerio de Educación Nacional ha reflexionado sobre las causas de la baja calificación obtenida en la participación colombiana de las pruebas PISA, que aplica la OCDE a sus países miembros y a los países que se acogen a la misma.

Uno de los factores que se consideran según el Ministerio de Educación Nacional, es la baja calidad de maestros en especial los formados en modalidad de educación a distancia.  Como alternativa, dicho organismo ha propuesto que la formación de los educadores, sólo se permitirá bajo la modalidad de educación presencial, pues “los educadores sólo pueden formarse presencialmente en el aula de clases, porque ese es el sitio en el que éstos desempeñan sus actividades profesionales”.

Sería importante saber qué clase de análisis objetivo ampara dicha afirmación que intenta ligar la causa de la baja calidad de la participación colombiana en las pruebas PISA con la formación a distancia mediante la cual los profesores se forman como licenciados. A manera de ejemplo, vale anotar que para el período 2001-2011, se graduaron un total de 295.172 licenciados, de los cuales 95.646 equivalen al 32,4%, egresados de programas a distancia y virtual, y 199.526, corresponden al 67,6%, de programas presenciales.  ¿Puede inferirse acaso de estas cifras que los licenciados egresados de la modalidad a distancia son la real causa de la mala calidad en los resultados de dichas pruebas?

Lejos de basarse en prejuicios subjetivos, una política pública para el mejoramiento de la calidad educativa de un país que aspira a la calidad, la inclusión social educativa y el bienestar para todos, tiene que ser integral y recoger los múltiples factores que contribuyan a su desarrollo y consolidación. Una política pública, para ser válida, legitima, responsable y creíble, siempre se hace con visión de futuro como condición para transformar el presente y poder responder de mejor manera al cumplimiento de su propósito y finalidades.

En el contexto de la sociedad actual a la que pertenecemos, conocida como sociedad mediática, sociedad del conocimiento, sociedad de la información y de la comunicación, sociedad global, entre otros calificativos, se han creado las condiciones pedagógicas, tecnológicas y didácticas para la emergencia de diversas modalidades educativas, diferentes a la modalidad tradicional o presencial.

La característica fundamental de ellas es el aprendizaje permanente como condición para que las personas apropien la información y gestionen el conocimiento.

Con las redes sociales, el aprendizaje permanente y la gestión del conocimiento se han fortalecido a través de las comunidades de aprendizaje, los grupos o focos de interés, las redes académicas y otras redes de diferentes órdenes. De igual modo, con el desarrollo de Internet, en sus diversas vertientes de Internet II y III, la información se almacena y circula de manera creciente y permanente, su disponibilidad es mucho mayor, así como el acceso a la misma por parte de todo tipo de personas.

En este contexto, la nueva formación docente exige dar una mirada a su rol frente a las innovadoras formas de aprender de las nacientes generaciones, de manera que si se aceptase la propuesta de lineamientos que hoy presenta el Ministerio de Educación Nacional para las licenciaturas en educación, a estas generaciones se les quitaría entre otras, la gran oportunidad de ejercer su autonomía a través del pensamiento y afrontar los retos que el mundo de hoy les depara para superar las barreras del desarrollo humano. La propuesta del MEN, podría reducir aún más el escaso impacto que logran hoy los docentes en el desarrollo de competencias en una educación tradicional que desconoce las innovadoras formas de construir e interactuar en una verdadera sociedad de aprendizaje, en las que el estudiante colombiano deje de ser un receptor pasivo para ser un sujeto crítico del que también se debe aprender.

Las competencias pedagógicas y didácticas que demanda la sociedad actual a las instituciones educativas que forman educadores, están ya muy distantes de las formas del ejercicio profesional a la que respondían las pedagogías basadas en la exclusiva relación cara-a-cara que se da en el aula de clases como lugar único del ejercicio de la docencia. Por ello, la tendencia a convertir el pasado de la pedagogía y la didáctica del aula de clases en un corpus monolítico de conocimientos y prácticas para prolongar ese pasado en el presente y en el futuro, es una actitud que debe ser revisada en el acontecer de la sociedad actual, su presente ampliado y en su futuro ya que ella requiere de mayores perspectivas en  la formación de sus docentes en el desarrollo de competencias para enseñar, formar y evaluar mas allá del aula de clases.

La educación del siglo XXI se encuentra vinculada a un mundo hiperconectado, tal como lo aborda Paula Sibilia , quien plantea la posibilidad de “redes en vez de muros”. Esta inquietud surge a la raíz de una preocupación sobre la vigencia y sentido de la escuela en el mundo contemporáneo. En la era digital, la escuela no puede ignorar este nuevo mundo cultural y mental. Las nuevas subjetividades que se desprenden de este mundo tecnológico, y en el que estudiantes y maestros se ven afectados en sus modos de ser, en sus formas de enseñar y aprender y en sus particulares modos de actuar en una sociedad global.


Por otro lado, en la sociedad actual vienen emergiendo nuevas formas de organización de las instituciones educativas, tales como las universidades a distancia, universidades abiertas, universidades virtuales, universidades en línea, universidades e-Learning, escuelas virtuales, colegios virtuales, escuelas en línea, con excelentes y reconocidos resultados de impacto social.

Existen metodologías diversas, derivadas de la modalidad de educación a distancia, generadas por el uso pedagógico de las tecnologías telemáticas: educación On Line (En Línea), e-Learning (aprendizaje en ambientes electrónicos), m_Learning (aprendizaje con dispositivos móviles), b_Learning (aprendizaje mixto, en ambientes virtuales y tradicionales), educación virtual (en ambientes digitales de aprendizaje). Estas metodologías influyen también en el cambio de las prácticas educativas, tanto en los ámbitos macro como microcurriculares.

De igual manera, estas nomenclaturas se extienden a los actores de los procesos educativos: profesor o tutor a distancia, profesor e-Learning, profesor en línea, profesor blended, profesor “Mobile”, profesor virtual, estudiante a distancia, estudiante virtual, estudiante e-Learning, estudiante en línea, estudiante “Mobile”, entre muchas otras denominaciones que al final lo que pretende es invitar a promover el necesario cambio de roles de estos dos actores.

Han surgido también nuevas tipologías culturales de personas por efecto del uso generalizado de las tecnologías digitales de información y comunicación en la sociedad. Así, contamos ya con la generación de los nativos digitales (nacidos a partir de la década de los noventa), aquellos que dominan de manera intuitiva y “casi genética” las herramientas telemáticas pero, sobre todo, que piensan digitalmente y de manera compleja, que tienen una nueva configuración cerebral y estilos de aprendizaje ligados a los ambientes mediáticos y a las mediaciones pedagógicas y didácticas, con mayores rangos de autonomía en la búsqueda y aplicación de la información, además de la disposición a trabajar en equipo, con intenso uso de las redes sociales.

La irreversibilidad del uso de las tecnologías telemáticas en los diversos ámbitos de la sociedad ha creado la necesidad de la alfabetización tecnológica, dando como resultado la aparición de los “Migrantes digitales”, en cuanto, a su querer o no, han tenido que incorporar en sus hábitos cotidianos el uso de estas tecnologías. Si bien conservan las viejas formas de abstracción de la escritura impresa, avanzan también en el dominio de las competencias de la escritura digital. Pero encontramos también a los analfabetas digitales, aquellos que aún no tienen las condiciones adecuadas de accesibilidad o se resisten a su uso. El ideario de la sociedad global tiene que ver con la erradicación del analfabetismo tradicional y del analfabetismo digital.  

Seguirán surgiendo nuevas alternativas de aprendizaje, en donde las formas de “enseñanza convencionales” ya no juegan un papel protagónico dentro de la hegemonía que las ha caracterizado, pues los nuevos contextos las han desfasado y se han convertido en formas anacrónicas de enseñanza, pues en la sociedad global a la que pertenecemos la primacía la ejerce el aprendizaje permanente. En tal sentido, sólo una educación basada en este principio tendrá o gozará de una nueva validez y legitimidad.

Desde hace ya dos décadas, en sus diferentes declaraciones, la UNESCO viene insistiendo en que la educación es el pilar de la humanización, el desarrollo de las personas y de las naciones. Así mismo, que el aparato educativo debe diversificar sus modalidades educativas para responder a los retos de educación para todos, siendo la modalidad de educación a distancia con el uso de las tecnologías de información y comunicación, calificada como la modalidad educativa del futuro.

La UNESCO reconoce así mismo que “Los rápidos progresos de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación seguirán modificando la forma de elaboración, adquisición y transmisión de los conocimientos. También es importante señalar que las nuevas tecnologías brindan posibilidades de renovar el contenido de los cursos y los métodos pedagógicos, y de ampliar el acceso a la educación superior. [...]. Los establecimientos de educación superior han de dar el ejemplo en materia de aprovechamiento de las ventajas y el potencial de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación”. Los planes educativos de los países miembros de la UNESCO deben incorporar en su desarrollo educativo estas nuevas realidades a través de políticas públicas que contribuyan a su propio progreso y en general al de la humanidad.

En este sentido, la propuesta del MEN, debe revisarse desde la coherencia, incluso en sus propias políticas y su articulación a las políticas nacionales desde otros Ministerios. Por ejemplo, en el plan sectorial de educación 2010-2014 se “prioriza la Educación de Calidad como el camino para la prosperidad, en razón a la amplia relación entre los procesos educativos del país con el crecimiento, la productividad, la competitividad y la disminución de la pobreza e inequidad. En esta vía, se define dentro de los énfasis de política educativa la necesidad de reducir las brechas existentes entre las poblaciones, las regiones y las instituciones”.

Por otro lado, el pasado mes de abril se lanzó la política de educación inclusiva en donde  como estrategias se proponen: “Fomentar el desarrollo de Ambientes Virtuales de Aprendizaje - AVA y Objetos Virtuales de Aprendizaje - OVA que contribuyan a la adecuación y flexibilización de la oferta de programas académicos del país en correspondencia con la diversidad. Así como brindar incentivos a las IES que adelanten procesos de adaptación y creación de programas académicos flexibles con uso de TIC, bajo estándares que garanticen las condiciones de acceso universal y accesibilidad respondiendo a la diversidad de la población”.

De aceptar tal cual, la propuesta del MEN afectaríamos de manera grave el futuro de nuevas generaciones al impedir su conexión directa con las competencias que demanda la globalidad de la humanidad y no podríamos favorecer a las poblaciones más vulnerables del país que están encontrando en la modalidad a distancia, una manera sensata para salir de los olvidos, exclusiones y marginaciones sociales, culturales, económicas y cognitivas que han padecido por causa de la prolongada violencia, la no presencia efectiva del Estado y las deficientes condiciones geopolíticas en las que se encuentran. 

Las nuevas formas de aprender en la modalidad a distancia está permitiendo que las comunidades marginadas empiecen a visibilizar e impactar con su saber en escenarios locales y nacionales porque, paulatinamente, los docentes en formación en esta modalidad, están reconociéndose como actores, no solamente de aprendizaje, sino de transformación social.

En este sentido la práctica pedagógica a la que alude el documento propuesto por el MEN como factor determinante para excluir a las Licenciaturas de Educación a Distancia, no debe ser entendida desde la incorporación de experiencias de práctica que parten de la observación de clases conducente a una reproducción de antiguos modelos pedagógicos que no garanticen las nuevas concepciones de aprendizaje que demanda el mundo de hoy y del futuro.

Es importante que hoy nos percatemos que la realidad es mucho más rica que la imaginación, pues en la modalidad de educación a distancia existen de hecho escenarios de prácticas pedagógicas y experiencias múltiples que demuestran que estas se han enriquecido, con la didáctica de las TICS con lógicas diferentes a las utilizadas en la modalidad presencial. Si tradicionalmente, la práctica pedagógica es una simulación en el contexto del aula de clases, existen diversos escenarios de simulación digital y virtual que van mucho más allá de estas relaciones.

Es importante destacar que la UNAD concibe para la programación de licenciaturas la práctica pedagógica como una práctica reflexiva, transversal al proceso de formación del estudiante, en tanto permite al docente en formación la conexión permanente con el contexto y el mundo desde una mirada local y global, con la intención clara de formar un docente investigador y transformador de la sociedad ya que a través de las experiencias de aprendizaje de manera consciente hace inmersión en diferentes contextos educativos. La educación a distancia no niega el contacto con la realidad, al contrario hace parte de ella.

Por otro lado, muchos de los estudiantes que adelantan licenciaturas en la modalidad a distancia son al mismo tiempo docentes en ejercicio y su práctica pedagógica tiene que ser comprendida desde la propia reflexión con miras a la innovación y al mejoramiento.

Le corresponde al Ministerio de Educación Nacional sentar políticas educativas con visión prospectiva, que miren al futuro, los nuevos docentes colombianos deben contribuir con métodos innovadores a la formación de las generaciones del presente y por venir.  El MEN se debe al presente y al futuro de la educación, el MEN no puede ser el administrador del pasado. Al hacerlo, está desconectando a los niños, niñas, jóvenes, adolescentes y profesores de sus nuevos entornos y contextos sociales, culturales, tecnológicos, económicos y educativos, con los cuales Colombia se debe seguir proyectando como un país competitivo y de vanguardia social educativa.

Si lo que se pretende es alcanzar los niveles que tienen los países que ocupan los primeros lugares en las pruebas PISA, al menos deben identificarse las condiciones con las que cuentan esos países para el logro de sus éxitos. Se encontrará que el éxito de estos países no surge por generación espontánea, sino que son serios en la formulación de sus políticas educativas, que conectan el sistema educativo con el sistema familiar y la sociedad, que sus currículos son integrados y articulan las ciencias con las artes, los deportes, las prácticas sociales y el uso intensivo de las tecnologías.

Los profesores tienen alto estatus y reconocimiento social, profesional y salarial, y el principio que guía la pedagogía es el aprendizaje autónomo, los estudiantes tienen en alto valor y estima al desarrollo educativo como itinerario para su crecimiento personal, social, cultural, económico y profesional, la sociedad hace de la educación su pilar fundamental para la sostenibilidad de la civilización, la democracia, la equidad y la igualdad, la familia es lectora y dialogante e incorpora la educación en sus hábitos de bienestar como proyecto de realización personal y colectivo. Ellos tienen educación a distancia y no le han otorgado la responsabilidad de sus fracasos iniciales a esta modalidad. Por el contrario, en la medida en que reconocen la diversidad de modalidades educativas, mayor es el impacto que la educación tiene en la sociedad.


JAIME ALBERTO LEAL AFANADOR
Rector UNAD






viernes, 14 de diciembre de 2012

La condición integral del egresado Unadista



Queridas y queridos graduandas y graduandos!

Hoy es un día especial para todos y cada uno de ustedes, así como para sus familiares y amigos. Este día se quedará para siempre en sus retinas, mentes y corazones. Es un día extraordinario, un día de celebraciones, pues no todos los días tenemos la dicha de graduarnos.

Los antropólogos describen ciertos “rituales de pasaje” que están presentes en todas las culturas de la humanidad. Se  trata de acontecimientos especiales que marcan hitos en la historia personal y cultural y que trazan líneas en torno a las condiciones del crecimiento de las personas. Los más conocidos rituales de pasajes son los rituales del nacimiento y la muerte, aunque existen también rituales de cambio de personalidad, como el paso de la niñez a la adolescencia; o rituales religiosos como el bautismo, la confirmación, la primera comunión, el primer matrimonio, entre otros. Estos rituales se celebran de manera pública y, de algún modo, tienen carácter ejemplarizantes, ya que nos ocurren a todos: en principio, todos los que existimos hemos nacido y moriremos. Ya en vida, celebramos el paso de la niñez a la adolescencia, de la adolescencia a la adultez, el cambio de estado civil, sobre todo los de ciudadanía y matrimonio, aunque dependiendo de las creencias, celebramos también el bautismo, confirmación, primera comunión, primer trabajo, etc.

Hay un ritual de pasaje, el más nuevo de todos, que desafortunadamente no todos podemos celebrar. Se trata del ritual educativo de la graduación, que mezcla sentimientos y acciones: significa una expresión de triunfo, mérito y valor, combinada con esfuerzos sociales y familiares, así como progreso existencial, intelectual y profesional.

La obtención de un grado educativo es un ritual de pasaje porque denota un cambio sustantivo en la condición existencial de las personas: de la ignorancia al conocimiento, de la vacancia al dominio de una actividad laboral, así como una condición trascendental para el progreso personal, familiar y social. Adquirir un grado educativo es, así mismo, un plusvalor para la vida, la convivencia social, la tolerancia y la participación democrática, la expresión de un derecho humano.

Por eso el día de hoy es una ocasión especial de celebración para todos y cada uno de ustedes. Para la Universidad Nacional Abierta y a Distancia este ritual de pasaje es también la expresión de que su importancia como universidad está asociada a éste éxito que ustedes han alcanzado. Graduarse como técnico, tecnólogo, profesional u obtener un titulo de posgrado, es tanto para ustedes como para nosotros, suficiente motivo de celebración. Reciban nuestro reconocimiento por el éxito alcanzado, extensivo a sus familiares y amigos, pues se trata de triunfos personales, pero con un profundo impacto en nuestros círculos familiares y sociales. Por eso es también un ritual de pasaje, porque involucra la dimensión social de nuestro triunfo personal.

El ejercicio de la responsabilidad formativa que adelanta la institución se condensa también en este ritual de pasaje que hoy celebramos: expresa el profundo valor de su política de inclusión educativa, amalgamada a la modalidad de educación a distancia a través de la cual desarrolla su acción formativa. Ustedes no van a la Universidad, sino que la Universidad Nacional Abierta y a Distancia ha llegado hasta ustedes, ha relativizado los espacios y los territorios para poder ejercer esa significativa acción educativa, que muestra sus frutos en esta ceremonia de graduación. Ya somos cincuenta mil egresados graduados.

El conjunto de quienes han saboreado la miel de este triunfo educativo, sigue en crecimiento, pues para la UNAD se trata de un derecho, el derecho al acceso a los diferentes niveles del sistema educativo. Pero es un derecho, además del acceso, a formarse en programas de alta calidad. No democratizamos la mediocridad, sino la formación de calidad. El pueblo colombiano tiene derecho al acceso, no a cualquier tipo de educación, sino el derecho al acceso a una educación de calidad. Por eso estamos realizando acciones que nos conduzcan a una cultura de la calidad en el diseño y desarrollo de nuestros programas, pues entendemos que la formación de calidad es la mejor carta de presentación de que ese esfuerzo que ustedes han hecho y los éxitos alcanzados, son triunfos del mérito y garantía para el ejercicio de una labor profesional de excelencia.

Ya contamos con 5 programas con acreditación de alta calidad, evaluados por el Consejo Nacional de Acreditación de Colombia y reconocidos por el Ministerio de Educación Nacional. El lunes 3 de diciembre de este año, en la noche de los mejores, el Gobierno Nacional nos otorgó el premio Luis López de Mesa a la calidad, por la acreditación de alta calidad de nuestros programas de Comunicación Social, Administración de Empresas, Licenciatura en Etnoeducación, Zootencia e Ingeniería de Sistemas. Estamos trabajando para la acreditación de alta calidad de otros cinco programas y así avanzaremos hasta acreditar todos nuestros programas.

Tenemos también como meta la acreditación institucional y estamos adelantando las acciones que nos conduzcan al logro de esa nueva y trascendental meta. Ello se reflejará en un mayor respaldo a la calidad de nuestros programas y servicios educativos que prestamos tanto en los niveles educativos formales como no formales e informales. Ello nos seguirá llevando cada día a un mayor arraigo de la universidad a la sociedad y de ustedes para con la Universidad.

Ustedes son un factor humano importante para el logro de estas metas, en el sentido en que son la imagen viviente de nuestra Universidad en la sociedad. Ustedes, los egresados, han venido rompiendo el mito de que la educación a distancia es educación de segunda categoría, pues cada vez se incrementa más el reconocimiento por parte de los empleadores de la calidad y recursividad de los egresados que se desempeñan en el mercado laboral y en el desarrollo de acciones de emprendimiento ligada a la pequeña y mediana empresa. Cada vez es mayor el reconocimiento del carácter innovativo de nuestros egresados en su ejercicio profesional. Y eso debe llenarles de orgullo. Y eso nos llena de orgullo.

Pero debemos seguir trabajando por ser cada vez mejores personas, mejores seres humanos, mejores miembros de nuestras familias, mejores amigos, mejores profesionales, mejores gestores de conocimiento, mejores seres solidarios.

Para la Unad, estas ceremonias de grado condensan el sentido de esta celebración, de este ritual de pasaje: celebramos que nuestros egresados siguen transitando al mejoramiento permanente de sus procesos formativos, en su desempeño profesional, social, político, cultural, económico y científico; celebramos que asumen el título como una condición para seguir ejerciendo el estado de estudiante perpetuo; que penetran con éxito el desempeño de sus actividades profesionales y laborales; que son factor de liderazgo y cohesión familiar y social; que los mueve el sentido de la solidaridad.

Organizacionalmente, hemos creado la Vicerrectoría de Servicios al Aspirante, Estudiante y Egresado, para tender puentes entre ustedes y nosotros. Tradicionalmente, cuando el estudiante adquiere la condición de egresado, parece que adquiriera de manera automática la condición de ausente, de sujeto aislado. Queremos cambiar esa mentalidad. Y en eso esperamos que la acción de la nueva Vicerrectoría tenga un papel fundamental, pues queremos que ustedes sigan ejerciendo la condición de Unadistas, no sólo en el ejercicio de sus actividades profesionales y laborales, sino en el ejercicio de lo que significa ser un Unadista integral: que sigan construyendo nuestra Universidad con su ejemplo en el ejercicio cualificado de su condición profesional, familiar, social y personal. Esto nos garantizará a su vez que tienen también una responsabilidad para con la Universidad y sus estudiantes: aportar sus testimonios de vida y de profesionales para el mejoramiento de la calidad de nuestros programas.

Para que continúen también con nosotros sus subsiguientes procesos formativos a través del desarrollo de diplomaturas que contribuyan a elevar su calidad profesional, así como el desarrollo de programas de Especialización y de Maestrías, y de futuros doctorados.

Con el título que hoy se les otorga en nombre de la República de Colombia, adquieren ustedes también la condición de miembros de la Red de Egresados Unadistas y esperamos que esa condición esté en estado permanente de “On”, es decir, que sea siempre una condición de participación activa en la misma. Allí obtendrán otros valores agregados a la condición de egresados Unadistas.

Reitero a todas y todos ustedes nuestras felicitaciones, en nombre de las Altas Directivas de la institución, sus Consejos Superior, Académico y de Escuelas, así como de sus directivas nacionales y zonales. Nuestros reconocimientos a sus familiares y amigos, por el apoyo que les han brindado para la celebración del éxito que hoy se simboliza en esta ceremonia de grado.

Vivan nuestros egresados!

Viva la Unad!


Jaime Alberto Leal Afanador
Rector Unad
Bogotá, D. C. – Colombia
Diciembre de 2012.